Las dos prioridades pastorales para el curso

Elementos relacionados



    Una programación diocesana tiene que intentar dar respuesta, a las necesidades más urgentes que tiene la diócesis, y a las que la acción evangelizadora debe de dar respuesta.

    Dentro de las necesidades pastorales que hay siempre en una diócesis, en la nuestra de Ciudad Real creemos que hay dos campos bien urgentes a los que nuestra acción pastoral debe dar una respuesta válida y prioritaria, si queremos que realmente nuestro empeño pastoral tenga el fruto que debe tener. Estos campos son: la evangelización de la familia y la promoción de las vocaciones religiosas y sacerdotales.

    La evangelización de la familia es especialmente urgente porque nuestras familias se han descristianizado. Dios es un ser extraño en la familia actual. La vivencia de la fe en familia es algo que hoy pasa desapercibida porque no se da. La transmisión de la fe de unas generaciones a otras, de padres a hijos, no existe, precisamente porque la fe de los padres o es muy débil y no da para tanto, o a lo peor no existe en ellos y, por lo mismo, nadie puede transmitir aquello que no tiene.

    Por otra parte, todos sabemos la importancia de la familia a todos los niveles, tanto a nivel humano, porque en ella hemos aprendido los valores humanos fundamentales del respeto, la solidaridad, la comprensión del otro, la convivencia; es decir, todos los valores humanos en los que la familia nos inició y cada uno hemos madurado, siendo, precisamente la familia, el lugar más propicio para hacerlo. Si hablamos del nivel cristiano, la familia es fundamental para la valoración y la vivencia de la vida cristianas, de tal manera que en una familia donde esta valoración y esta vivencia cristiana no existe, en ella se está preparando a los hijos para ser unos perfectos ateos e indiferentes a Dios y la fe y además, difícilmente, quien no haya vivido esta vida cristiana en la familia, Dios lo puede todo, pero difícilmente esa persona será nunca un cristiano maduro.
    La experiencia pastoral de catequistas, sacerdotes y de cuantos dedican su vida y su tiempo a la evangelización es que cuando la familia no inicia en la fe a los hijos, la acción pastoral y el esfuerzo por iniciar o formar cristianamente a los niños, adolescentes y jóvenes, resulta muy difícil porque no tienen base ninguna y hay que empezar de cero. Es más, la catequesis de preparación para los sacramentos resulta algo postizo porque no existen unos cimientos ni hay un seguimiento posterior por parte de la familia. Es como querer construir un edificio sin cimientos, ni materiales.

    Todo esto, y otros argumentos y realidades existentes en la familia actual, nos hace pensar que la evangelización de la familia es algo realmente urgentemente. Si queremos que Dios sea importante para las personas de nuestro mundo actual en la vida, necesariamente tenemos que plantearnos, como diócesis, como parroquias, como familias y como cristianos particulares qué hacer para evangelizar esta familia actual que está desnortada y perdida.

    Junto a la evangelización de la familia nos encontramos con otra necesidad de nuestra iglesia particular: la promoción de las vocaciones religiosas y sacerdotales. 

    Ya en la actualidad, —no tenemos que esperar a que pasen unos años— tenemos dificultades para atender pastoralmente, como se merece, la realidad diocesana de todas y cada una de nuestras parroquias. Cuando una parroquia queda vacante por jubilación, muerte o cambio del sacerdote que la atendía, tenemos mucha dificultad para encontrar a quien enviar para que atienda dicha vacante. Esta dificultad, que ya existe en la actualidad, se va a acrecentar y multiplicar en los próximos años y cursos venideros si no somos capaces de dar un verdadero impulso a la pastoral vocacional, y si no promovemos decididamente las vocaciones sacerdotales, que hagan posible que tengamos, cada curso, algunos sacerdotes nuevos a los que podamos ordenar para el ministerio y servicio de estas necesidades evangelizadoras y pastorales que sentimos. 

    + Gerardo
    Listado completo de Cartas