Con motivo de la solemnidad del Corpus Christi, Cáritas Diocesana de Ciudad Real presentó este viernes 13 de junio la campaña anual de la caridad, este año con el lema Mientras haya personas, hay esperanza.
La presentación contó con la intervención del obispo, don Gerardo Melgar; la directora de Cáritas Diocesana, Conchi Aranguren, y Elsa Alcázar, miembro del Consejo Diocesano y directora de Cáritas Interparroquial de Ciudad Real.
El obispo recordó que esta campaña tiene «dos objetivos principales». Por un lado, «concienciar a los cristianos de la importancia que tiene la presencia de Cristo sacramentado en la eucaristía» y, por otro lado, «darnos cuenta de que Cristo no solamente está presente en la eucaristía, sino que está presente también en los pobres y, por lo tanto, igual que adoramos la eucaristía, tenemos que venerar también a los pobres».
Don Gerardo destacó cómo, incluso en un mundo secularizado, «la presencia de Cristo mismo en el mundo quiere decir que Dios no nos ha abandonado, sino que está muy pendiente de lo que sufrimos, de lo que vivimos, de lo que nos alegramos, de todo aquello que compone nuestra vida».
Expresó su emoción al ver de los gestos de fe que observa durante la procesión: «A mí me emociona ver, por ejemplo, a las madres que explican a sus hijos lo que significa cuando pasa la eucaristía, en el que se agacha a explicárselo y los niños se fijan también desde pequeños, que es como se transmite realmente la fe que ellos profesan».
«La mejor manera de celebrar la eucaristía y la fiesta del Corpus Christi es adorando a Dios en la custodia, pero no olvidemos nunca que Cristo camina por nuestras calles todos los días y por nuestras familias y por todos los sitios donde exista la pobreza»
Respecto a la dimensión caritativa del Corpus, el obispo afirmó que «no podemos adorar la eucaristía sin darnos cuenta de que la pobreza existe cerca de nosotros y que Cristo va en la custodia, pero va también a pie, digamos, en cada uno de esos pobres que necesitan de nuestra ayuda». En este sentido, dijo que «el Señor nos va a pedir cuentas de lo que hicimos con los pobres», y citó el evangelio: «Lo que hagáis con cada uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hacéis».
Por esto, resumió, «la mejor manera de celebrar la eucaristía y la fiesta del Corpus Christi es adorando a Dios en la custodia, pero no olvidemos nunca que Cristo camina por nuestras calles todos los días y por nuestras familias y por todos los sitios donde exista la pobreza».
«Frente al individualismo imperante, proponemos una esperanza que se traduce en el compromiso de todos para lograr una sociedad más justa»
Después del obispo, intervino la directora de Cáritas Diocesana, Conchi Aranguren, que presentó el lema de la campaña de este año: Mientras haya personas, hay esperanza. Con el lema se interpela a la sociedad para mirar con esperanza el mundo, especialmente a los más vulnerables. Aranguren destacó que este lema «pone el foco en la acción colectiva, en el valor de lo comunitario, en el reconocimiento del otro como un igual, en el nosotros, más allá del yo». En este sentido, afirmó que «frente al individualismo imperante, proponemos una esperanza que se traduce en el compromiso de todos para lograr una sociedad más justa».
Cerró el acto Elsa Alcázar, que explicó el compromiso de las Cáritas locales de toda la diócesis con esta campaña. «Nos sumamos a este peregrinar en esperanza a través de esta campaña del Corpus para hacer visibles y cercanos los signos, gestos e iniciativas que supongan vida nueva y confianza para las personas que acompañamos y a las que servimos desde Cáritas. Y trabajar por la justicia y la caridad, que es nuestra forma de vivir la esperanza», señaló.
Alcázar subrayó que «vivimos tiempos complicados y adversos, pero no podemos quedarnos parados mirando al cielo, paralizados y con miedo, porque el miedo nos hace miopes e individualistas, mientras que la esperanza ensancha el horizonte y nos conduce a un nosotros amplio y generoso». Invitó a vivir «una valentía del que se atreve a mirar alrededor, ver el sufrimiento ajeno y decide entregar la vida a quienes lo padecen».
«Es el momento de actuar. Por eso invitamos a todas aquellas personas valientes a que se atrevan a acercarse a Cáritas
A continuación, enumeró las actividades organizadas en torno al Corpus, como las mesas de cuestación en numerosas localidades de la diócesis —incluyendo tres en Ciudad Real capital el miércoles 18 de junio—, donde se distribuirán trípticos con información sobre el trabajo de Cáritas. También destacó la celebración de vigilias de oración en parroquias como San Pablo (Ciudad Real), el viernes 21, «un momento de oración ante el Señor que, al fin y al cabo, es el origen y el motor de la caridad a la que todos estamos invitados».
Finalmente, citó varias iniciativas de sensibilización en torno a la campaña, como jornadas de puertas abiertas, charlas, talleres, y la primera Semana de la Caridad organizada por Cáritas Puertollano, que comenzará el lunes 16 de junio. Alcázar concluyó con un llamamiento: «Es el momento de actuar. Por eso invitamos a todas aquellas personas valientes a que se atrevan a acercarse a Cáritas. Porque, a pesar de estos tiempos difíciles en que nos encontramos inmersos, podemos seguir poniendo nuestra mirada y atención en aquellos que más lo necesitan».