Virgen de Guadalupe

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    La fiesta de la  Bienaventurada Virgen María de Guadalupe se celebra el 12 de diciembre. La noche del día anterior, las iglesias en todo el país se colman de fieles para celebrar una fiesta a la que llaman «las mañanitas a la Guadalupana» o serenata a la Virgen. El santuario de Guadalupe, ubicado en el cerro del Tepeyac en la ciudad de México, es visitado ese día por millones de fieles. Se tiene por costumbre que tales peregrinaciones no solo incluyan fieles y organizadores, sino danzantes llamados matlachines, quienes lideran las procesiones hasta llegar a la basílica.

    De acuerdo a la tradición oral mexicana,  y según lo descrito por múltiples documentos históricos del Vaticano y otros encontrados alrededor del mundo en distintos archivos se cree que la Virgen María  se apareció en cuatro ocasiones al indio san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac, y una quinta ocasión a Juan Bernardino, tío de Juan Diego. El relato guadalupano conocido como Nican mopohua narra que tras la primera aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga. Juan Diego en la última aparición de la Virgen, y por orden de ésta, llevó en su ayate unas flores que cortó en el Tepeyac. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de la Virgen María, morena y con rasgos mestizos.

    El nombre de “Siempre Virgen Santa María de Guadalupe” ella misma lo dio a Juan Bernardino, tío de Juan Diego, cuando se le apareció para sanarle de sus enfermedades. Como curiosidad algunos aspectos a resaltar que tiene que ver sobre la imagen sagrada de la Virgen de Guadalupe son estos:

    Cabello: Lleva el cabello suelto, lo que entre los aztecas es señal de virginidad. Es Virgen y Madre.

    Rostro: Su rostro es moreno, ovalado y en actitud de profunda oración. Su semblante es dulce, fresco, amable, refleja amor y ternura, además de una gran fortaleza.

    Manos: Sus manos están juntas en señal de recogimiento, en profunda oración. La derecha es más blanca y estilizada, la izquierda es morena y más llena, podrían simbolizar la unión de dos razas distintas.

    Embarazo: Por la forma aumentada del abdomen corresponde a un embarazo casi en su última etapa. Representa a una mujer joven con estatura.

    El cinto: El cinto marca el embarazo de la Virgen. Se localiza arriba del vientre. Cae en dos extremos que en el mundo náhuatl representaban el fin de un ciclo y el nacimiento de una nueva era. En la imagen simboliza que con Jesucristo se inicia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.

    Los rayos: La Virgen está rodeada de rayos dorados que le forman un halo luminoso o aura. El mensaje transmitido es: ella es la Madre de la luz, del Sol, del Niño Sol, del Dios verdadero, ella lo hace descender hacia el “centro de la luna” (México de nátuahl) para que allí nazca, alumbre y dé vida.

    La luna: La Virgen de Guadalupe está de pie en medio de la luna, y no es casual que la palabra México en nátuahl son “Metz – xic – co” que significan “en el centro de la luna”. También es símbolo de fecundidad, nacimiento, vida. Marca los hilos de la fertilidad femenina y terrestre.

    La flor: La flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin: es el símbolo principal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo nátuahl y representa la presencia de Dios, la plenitud, el centro del espacio y del tiempo. En la imagen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios y marca el lugar donde se encuentra Nuestro Señor Jesucristo en su vientre.

    El ángel: Un ángel está a los pies de la Guadalupana.  Las alas son como de águila, asimétricas y muy coloridas, los tonos son parecidos a los del pájaro mexicano tzinitzcan que Juan Diego recordó, anunciándole la aparición de la Virgen de Guadalupe. Sus manos sostienen el extremo izquierdo de la túnica de la Virgen y el derecho del manto.

    El Papa Pio X la proclamó como "Patrona de toda la América Latina".  Pio XI de todas las "Américas", Pio XII la llamó "Emperatriz de las Américas" y  el Papa Juan XXIII la llamó  "la Misionera Celeste del Nuevo Mundo" y "la Madre de las Américas". Listado completo de Santos