La tarde del lunes 1 de diciembre, el obispo de Ciudad Real, don Abilio Martínez Varea, compartió un encuentro con los jóvenes de la Pastoral Universitaria. La jornada comenzó con la celebración de la misa en la capilla de las Religiosas de María Inmaculada, el espacio en el que los universitarios se reúnen cada lunes para rezar. Tras la misa, hubo un momento de oración con exposición del Santísimo.
Después, los jóvenes —en torno a una treintena de universitarios— se trasladaron al Centro Juvenil San Juan Pablo II, donde tuvo lugar el encuentro más distendido con el obispo. Allí, Martínez Varea respondió a las preguntas que los universitarios le hicieron y narró su propia biografía espiritual, acercando su testimonio vocacional a todos los jóvenes.
El obispo recorrió su vida de fe desde sus primeros pasos en su pueblo natal, Autol, en La Rioja, donde la experiencia cristiana brotó de un ambiente parroquial sencillo y cercano, en el que la fe era «algo natural». Compartió cómo surgió su llamada a la vocación sacerdotal, nacida en la vida ordinaria de la comunidad parroquial y fortalecida a través del Seminario, el discernimiento y sus estudios. Relató también su trayectoria como sacerdote y, como obispo en Osma-Soria, así como su llegada reciente a la diócesis de Ciudad Real.
Don Abilio explicó a los jóvenes que ha llegado a la diócesis «sin prejuicios, sin juicios previos», con la intención de «ver, conocer» y, después, continuar ayudando a la Iglesia de Ciudad Real a peregrinar, subrayando la importancia de escuchar a todos y caminar en comunión.