La Luz de la Paz de Belén alumbra parroquias y hogares

El pasado 17 de diciembre, los scouts hicieron entrega de la Luz de la Paz de Belén a las parroquias y comunidades de la diócesis.

Fue en la catedral, en una celebración que presidió el obispo, don Gerardo Melgar, y en la que subrayó la necesidad de luz para alumbrar las oscuridades de la humanidad. Siendo testigos de la luz de Cristo, los cristianos podemos cambiar el mundo, llevando a Jesús a aquellos que no lo conocen y consiguiendo que esté presente en los corazones en esta Navidad. Jesús nació, Jesús vendrá tal y como anunció, pero Jesús también nace hoy en cada uno de nosotros, por lo que aquellos que han tenido un encuentro personal con él han de ser sus testigos, los transmisores de su mensaje, a todo el mundo.

Una vez entró la Luz de la Paz en la catedral, el obispo y algunos sacerdotes fueron distribuyendo la luz a todos los participantes en la oración, que se acercaban con faroles para poder trasladar la luz a sus parroquias y hogares.

Esta celebración, que se realiza en nuestra diócesis desde hace algunos años, gana cada vez más importancia. Puede decirse que la luz ya llega a todas las parroquias de la diócesis de Ciudad Real.

La Luz de la Paz de Belén

El proyecto es una iniciativa de Scouts y Guías de Austria que, con la colaboración de Scouts de diferentes países de Europa y otros continentes, reparten la Luz de la Paz encendida cada año por un niño o niña austriaco en la cueva del Nacimiento de Jesús en Belén. La distribución de la Luz de la Paz a todos los países participantes se realiza desde Viena.

Allí, unas semanas antes de Navidad, se reparte la Luz a todas las delegaciones asistentes para que la hagan llegar a sus respectivos países con un mensaje de Paz, Amor y Esperanza.

Posteriormente, los Scouts y las Guías la distribuyen por parroquias, hogares particulares, hospitales, residencias de ancianos, prisiones y otras asociaciones de sus respectivos pueblos y ciudades.

A España llegó este año a Santiago de Compostela. Allí, los scouts de San Pedro de Ciudad Real la recogieron para traerla a la diócesis. El lema este año es El resurgir de la luz.