Reina de los Ángeles: evangelizando en las aldeas

Reina de los Ángeles es una Asociación Apostólica de Fieles erigida canónicamente en 1959 por el obispo Juan Hervás a petición de María Pinilla Chacón, seglar que inició la tarea y cedió sus bienes para ello. Es una Asociación de carácter diocesano, vinculada a las decisiones y planes pastorales de la Diócesis. Está integrada por seglares que combinan su trabajo profesional con la tarea evangelizadora. Además, es «rural», puesto que trabaja en pequeñas aldeas y pueblos alejados. Hablamos con la directora de esta asociación, Carmen Velasco Coca.

Las Peralosas, El Sotillo, Los Quiles, Valdehierro, Las Povedillas, El Charco, Los Ballesteros, El Trincheto, Las Rabinadas, Piedralá, Los Puentes, El Bonal, Los Cortijos, Pueblo Nuevo, Tirteafuera, … sólo los miembros de Reina de los Ángeles saben situar todos estos pueblos en un mapa…

La asociación nace para llegar a los núcleos rurales más alejados de la diócesis donde no llegaba la acción de la Iglesia. A partir de 1976, la actividad de la asociación se focaliza en las aldeas de Porzuna, Malagón y Fuente el Fresno. Después se amplía a Los Cortijos, Tirteafuera y Pueblo Nuevo, y ahora forma parte de la Unidad de Acción Pastoral de los Montes.

Los miembros de la asociación, laicos comprometidos, nos desplazamos desde nuestro lugar de residencia a dichos núcleos para evangelizar, acompañar, formar y animar a la comunidad.

Contemos la historia de Reina…

Reina de los Ángeles nace a instancias de un grupo de mujeres de Acción Católica que a finales de los años cincuenta proponen al obispo hacerse presentes en los núcleos de población más pequeños y alejados de nuestra diócesis (fincas, caseríos, aldeas) donde la Iglesia en esos momentos no llegaba.

Durante muchos años Reina ha compaginado la tarea evangelizadora con la promoción humana y asistencial (alfabetización, promoción de la mujer rural, formación en cooperativas, charlas, gestión de recursos...)


La necesidad la descubre María Pinilla en la ribera del Guadiana, donde vivían muchas familias de la pesca del cangrejo y carecían de lo esencial. Reina les ofrece la cultura, el alimento y la fe (construye escuela, comedor y capilla).

A partir de 1976, se hace cargo de la asociación un nuevo equipo, integrado también por seglares que proceden de la Acción Católica, y su misión se circunscribe a las aldeas de los Montes Norte para poder compaginar la vida profesional con la tarea evangelizadora. En la Casa de Reina del campo organizamos convivencias, encuentros y campamentos para niños, jóvenes y adultos.

Una historia plagada de mujeres en puestos de dirección…

Desde María Pinilla, fundadora y primera directora, hasta hoy, siempre han sido mujeres las que han ocupado la dirección. Mujeres valientes que, desde el comienzo, se atrevieron a salir de la comodidad de su parroquia y localidad para ir a anunciar el evangelio allí donde la acción de la Iglesia no llega.

La novedad de Reina es su dimensión diocesana y rural. Los seglares que la integramos rompemos los límites parroquiales y tomamos conciencia de la dimensión evangelizadora de la Iglesia diocesana


La asociación siempre ha entendido que la mujer tiene que vivir su compromiso cristiano y asumir responsabilidades en el mundo y en la Iglesia.

Recientemente ha fallecido una de las mujeres que representó de manera exquisita la labor de Reina, Pilar Cid…

Pilar Cid ha sido un pilar para la asociación, una persona fundamental. Le tocó asumir la responsabilidad de renovar la asociación a partir de 1976, formar un nuevo equipo, reformular los estatutos, concretar el campo de misión, renovar el estilo de presencia… Desde entonces, se ha desvivido por Reina, se ha volcado en su labor aportando ideas, maneras de ser y hacer, cercanía y, por supuesto, una fe firme y un inquebrantable amor a la Iglesia.

Quizá hoy no se entiende la novedad que supuso y sigue siendo Reina de los Ángeles dentro de la Iglesia…

La novedad de Reina es su dimensión diocesana y rural. Los seglares que la integramos rompemos los límites parroquiales y tomamos conciencia de la dimensión evangelizadora de la Iglesia diocesana. Lo hacemos porque entendemos que la Iglesia nos necesita en salida, dejando la comodidad de nuestras parroquias para ir a los núcleos rurales donde haya que hacerse presente.

La despoblación de los pequeños núcleos rurales está generando nuevas pobrezas. ¿Cómo se está adaptando la acción de Reina a este nuevo contexto?

La pobreza económica y social coexiste con otras pobrezas nacidas del aislamiento y envejecimiento de la población: la soledad, el desamparo, la necesidad de sentirse acompañado. Reina siempre está ahí en nombre de la Iglesia para compartir, animar y hacer sentir lo importante que somos las personas para Dios y para los demás.

¿Cómo han cambiado las formas de evangelización de Reina en estos últimos tiempos?

Durante muchos años Reina ha compaginado la tarea evangelizadora con la promoción humana y asistencial (alfabetización, promoción de la mujer rural, formación en cooperativas, charlas, gestión de recursos...). Ahora, nuestra labor se centra en el anuncio explícito de Jesucristo, acompañamiento personal y oración; a través de grupos, preparación de celebraciones, sacramentos, charlas, animación de la comunidad y actividades conjuntas: encuentros y campamentos en la casa de Reina, marchas, Camino de Santiago…

¿Reina de los Ángeles es necesaria?

Hoy es tan o más necesaria que al principio de su fundación. Las vocaciones sacerdotales disminuyen a un ritmo acelerado y la secularización está presente también en los núcleos rurales. La Iglesia nos llama hoy a los laicos a que seamos testigos de Jesucristo y transmisores de Evangelio.