«Miran al sagrario y la cruz buscando consuelo»

Para celebrar la Jornada Mundial del Enfermo de este 11 de febrero, publicamos una serie de entrevistas y escritos de la Pastoral de la Salud en nuestra diócesis. Eduardo Guzmán es uno de los capellanes del Hospital Santa Bárbara de Puertollano.

En el evangelio contemplamos el amor que Jesús sentía hacia los enfermos. Los sacerdotes procuramos imitar al Señor en la labor pastoral, consolando, acompañando, ungiendo. Desde septiembre soy capellán en el Hospital Santa Bárbara, de Puertollano, junto con D Jean-Baptiste Gahamanyi; a pesar de mi inexperiencia y de la compleja situación que vivimos, siento cómo los enfermos, sus familias y el personal médico y sanitario necesitan la Buena Noticia, la acción de Cristo por nuestro ministerio. La fe hace un bien incalculable, y es un derecho de los fieles tener cerca un sacerdote y los sacramentos.

En esta pandemia, mi labor es, ante todo, de disponibilidad: para acudir a la cama de un enfermo en cuanto nos lo piden a los capellanes, para escuchar y compartir la alegría y las tristezas de las familias, para rezar mucho por los enfermos y por todo el Hospital.

«Siempre que está la puerta abierta pasa gente, se santiguan, miran al sagrario y la cruz buscando consuelo»


Una pequeña anécdota: aunque la capilla ha sido convertida en almacén, aún tenemos disponible un pequeño despacho. Ahí, de la manera más digna que pudimos, dejamos reservado al Señor, para que no dejara de estar presente en el sacramento en el Hospital. Siempre que está la puerta abierta pasa gente, se santiguan, miran al sagrario y la cruz buscando consuelo. Una enfermera, un día, al pasar, me dijo: «Vengo a respirar un poco». Miró al Sagrario, lanzó un suspiro, se santiguó, y volvió a la faena. No volvía sola: «Yo estoy con vosotros» (Mt 28, 20)
 
Eduardo Guzmán es capellán en el hospital de Puertollano