«Vivamos la Navidad desde la fe y el compromiso»

El obispo de Ciudad Real, don Abilio Martínez Varea, subraya que la Navidad es «fundamentalmente el acontecimiento de Dios que se hace hombre», un misterio que invita a renovar la esperanza, fortalecer los lazos familiares y vivir una mayor solidaridad con quienes más lo necesitan. Así lo expresó en una entrevista concedida el pasado 18 de diciembre a COPE Ciudad Real, realizada por el periodista José Manuel Fernández Almazán.

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Durante la conversación, el obispo recordó que, aunque la Navidad es tiempo de encuentros familiares y de reencuentro con amigos, no se puede perder de vista su sentido más profundo. «No tenemos que olvidar nunca que la Navidad es fundamentalmente el acontecimiento de Dios que se hace hombre», destacando que este nacimiento «nos lleva a ser hermanos entre nosotros y, por lo tanto, también a ser más solidarios con aquellas personas que no lo pasan bien».

En este sentido, animó a los fieles de la diócesis de Ciudad Real a vivir estos días desde la fe y la participación en la vida litúrgica. «Que asistamos a las celebraciones religiosas, que no nos dejemos la eucaristía de la Navidad, la del 1 de enero o la de la Epifanía», señaló, para que la Navidad «no se nos vaya entre los dedos». Junto a ello, insistió en unir la celebración religiosa con el compromiso solidario, especialmente con quienes atraviesan situaciones de dificultad.

Don Abilio se detuvo también en una realidad cada vez más presente en la sociedad actual: la soledad, especialmente entre las personas mayores. A pesar de vivir en una sociedad muy conectada, reconoció que «está creciendo la soledad, una soledad no deseada». Ante esta situación, invitó a «fortalecer los lazos entre nosotros», rehaciendo las relaciones familiares y vecinales, y recordando que la Navidad nos llama a vivir la fraternidad que nace de la Encarnación.
 

«La Navidad nos tiene que ayudar a serenarnos, a ser personas pacíficas y a mantener la amistad y el diálogo social»


El obispo aludió también al clima social actual, marcado por la aceleración y el enfrentamiento, y señaló la necesidad de recuperar la paciencia, el diálogo y la paz. «La Navidad nos tiene que ayudar a serenarnos, a ser personas pacíficas y a mantener la amistad y el diálogo social», afirmó, animando a desterrar la agresividad y los enfrentamientos innecesarios de la vida social.

En relación con la familia, don Abilio destacó su valor insustituible, especialmente en estas fechas. «En la familia se nos quiere no por lo que tenemos, sino por lo que somos», señaló, subrayando que es el ámbito donde se transmiten los valores humanos y cristianos y donde se aprende a vivir el amor. Por ello, animó a fomentar «una familia estable, una familia donde se viva el amor».

Fernández Almazán preguntó por sus primeros meses como obispo de Ciudad Real, tras tomar posesión el pasado 27 de septiembre. El obispo reconoció que han sido «meses muy intensos y muy acelerados» que le están permitiendo integrarse en la diócesis y conocer sus parroquias y realidades. En cuanto a cómo vivirá la Navidad, explicó que lo hará «con muchísima sencillez», dedicando unos días a su familia en La Rioja.

Además, explicó que celebrará la Navidad junto a los sacerdotes y con colectivos especialmente necesitados, como las personas privadas de libertad, con una visita a una de las cárceles de la provincia el día 24, donde celebrará la misa.

En el plano más personal, el obispo evocó sus recuerdos de infancia ligados a la Navidad en casa de sus abuelos, marcados por el ambiente familiar, la misa de Nochebuena y el canto de villancicos. Confesó su aprecio por estas tradiciones y por los belenes, destacando que Ciudad Real es «una ciudad de belenes». Para el obispo, el belén es una auténtica catequesis visual que ayuda a creyentes y no creyentes a comprender el misterio de la Encarnación y a reconocer las raíces cristianas de nuestra cultura.

Finalmente, don Abilio dirigió un mensaje a toda la diócesis y a los oyentes de COPE, invitando a vivir la Navidad «muy unidos», desde el diálogo, la paz y la generosidad, y animando a los católicos a participar en las celebraciones y a ser más solidarios en estos días. «Que vivamos estas fiestas llevándonos bien entre nosotros y desde la paz», concluyó.