Ayer, 26 de septiembre, el obispado acogió el juramento de dos sacerdotes que se han incardinado en nuestra diócesis.
Se trata de Jean Baptiste Gahamanyi, que viene de la diócesis de Butare, en Ruanda, y de Columbus Daniel Anthony, natural de India.
En el acto, antes del juramento, el canciller de la diócesis leyó las letras de incardinación. Después, cuando ya habían jurado ambos sacerdotes, el obispo, don Gerardo Melgar les dio la bienvenida a la diócesis, felicitándoles por «entrar a formar parte [de la diócesis] con todos los derechos y todos los deberes de los sacerdotes diocesanos y, por tanto, por pertenecer al presbiterio diocesano de Ciudad Real». Les dio la enhorabuena y les pidió «cumplir con lo que habéis jurado y ser siempre fieles a lo que el Señor les vaya pidiendo».
La incardinación
La incardinación es el vínculo permanente de un clérigo a una diócesis o a otra institución como una congregación. Es obligatorio y se produce al recibir el diaconado. Para incardinarse en otra diócesis, el clérigo (diácono o sacerdote) debe pedirlo y ser aceptado tanto por el obispo de la diócesis donde estuviera incardinado, como por el obispo de la diócesis que lo recibe.