Doscientos cincuenta jóvenes de nuestra diócesis en la PEJ

Joven, levántate y sé testigo. El Apóstol Santiago te espera fue el lema que siguieron doce mil jóvenes este verano, del 3 al 7 de agosto, en Santiago de Compostela para la Peregrinación Europea de Jóvenes. Entre ellos, doscientos cincuenta ciudadrealeños peregrinaron al sepulcro del apóstol, caminando la mayor parte del grupo desde Orense junto a jóvenes de las diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Cuenca y Albacete.

Catequesis, oraciones, eucaristías, talleres y conciertos llenaron los cinco días de encuentro en Santiago de Compostela, con el objetivo de vivir una experiencia de encuentro con Cristo y con otros jóvenes que les hiciera ser testigos del Resucitado.

El enviado del papa Francisco a la peregrinación, el cardenal António dos Santos Marto, presidió la vigilia y la eucaristía de envío. En ambas celebraciones animó a los jóvenes a ser testigos «de la vida nueva, de la fraternidad y de la alegría del Evangelio».

Sobre el momento en el que se celebró esta peregrinación, el cardenal subrayó que se trata de un tiempo crítico para la humanidad, con la guerra en Europa y la pandemia. Ante esto, «la PEJ es también una ocasión para dar una señal clara de que los jóvenes quieren ser constructores de un mundo más hermoso, más feliz, más fraterno, que no se resigna a nada, ni a la indiferencia ni a la apatía; que no quieren vivir anestesiados por la banalidad, por la superficialidad de la vida».

En este sentido, declaró que la peregrinación de jóvenes «es un mensaje que parte de aquí para Europa y para la Iglesia en un momento en el que el papa Francisco pide a la Iglesia, y a todos los cristianos, a todos los católicos, una renovación evangélica,  una reforma del modo de estar de la Iglesia en el mundo como un hospital de campaña cuya misión primera es acoger a los heridos y tratar de ayudar a tratar las heridas; como un oasis de misericordia; como una Iglesia acogedora, abierta de todos».

Por su parte, el delegado de Pastoral de Juventud en Ciudad Real, el sacerdote José Felipe Fernández, se alegró por la respuesta de los jóvenes manchegos a la convocatoria: «Los jóvenes tienen ganas de volver a juntarse y a convivir con otros jóvenes después de la pandemia. Han sido unos años de desconexión, de incertidumbre y de separación. Ahora vemos cómo estas generaciones de jóvenes no quieren quedarse atrás y continúan respondiendo a la llamada de la Iglesia».

Este encuentro, continúa el delegado, «anima a muchos más jóvenes a la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en 2023. Queremos que los jóvenes de Ciudad Real no se pierdan una oportunidad así. Sabemos que siempre tiene buenos frutos evangélicos», concluye.