El 9 de abril se presentó, en la sede de Cáritas Diocesana de Ciudad Real, la campaña de temporeros para este año 2025, con el lema Trabajando la esperanza.
En la presentación participaron Antonio López, delegado arciprestal de Manta Este; Carmen Pilar Burillo, coordinadora del área de inclusión, migrantes y mujer, y Carmen Ruiz, coordinadora del programa de empleo.
Antonio López, sacerdote en Tomelloso, uno de los pueblos a los que acuden más temporeros cada campaña agrícola, explicó la fundamentación de la campaña: «La esperanza, junto con la fe y la caridad, expresan la manera de vivir de los cristianos», dijo, definiendo la esperanza como la «brújula que orienta la dirección de la Iglesia y de la acción de Cáritas».
La campaña de Cáritas quiere hacer partícipe a toda la sociedad de la tarea de que las esperanzas de los temporeros no se vean frustradas por prejuicios y cerrazones». La acogida «abre los brazos a cada uno en razón de su dignidad», por lo que es necesario que «a nadie se le niegue el derecho a construir un futuro mejor», dijo el delegado.
Puertas abiertas a la esperanza
Por su parte, Carmen Pilar Burillo, coordinadora del área de inclusión, migrantes y mujer, explicó el cartel de la campaña y el lema que, «en vez de denunciar la falta de acceso a derechos, como en campañas anteriores, presenta unas puertas abiertas y un campo de fondo en que el que están trabajando personas. Queremos manifestar que los migrantes y refugiados que se trasladan a nuestros pueblos con motivo de las campañas agrícolas son un signo de esperanza y oportunidad tanto para comunidades como nuestras economías», dijo.
La coordinadora explicó que se constata el cambio en el perfil del temporero: «Ya no hablamos del temporero que va de campaña en campaña porque las conoce y tiene experiencia en el sector, sino que hablamos de migrantes que se desplazan para encontrar trabajo en nuestras localidades, con necesidad de arraigarse en la sociedad. En definitiva, personas que buscan trabajo, a la vez que integración vecinal».
Burillo dio a conocer los datos de la campaña del pasado 2024, cuando se atendió a 1002 personas. Se sigue constatando «la dificultad de acceso a vivienda digna de las personas que se desplazan a nuestros pueblos, siendo la infravivienda y el hacinamiento los mayores problemas que encontramos», dijo. Además, «en el ámbito laboral se siguen observando vulneraciones de derechos».
Intermediación laboral
Carmen Ruiz, coordinadora del programa de empleo de Cáritas, explicó el trabajo que se realiza desde el programa. Insistió en «que la justicia, la dignidad y la solidaridad deben ser las verdaderas leyes del trabajo. Éste, no es solo un instrumento para sobrevivir, que es importante, sino también un mecanismo para realización de las personas en todo su ser».
El Servicio de Intermediación Laboral para campañas agrícolas presta servicio a todas las Cáritas que lo demandan, aunque la gestión de ofertas se hace a través de la agencia de colocación con sede en las Cáritas Interparroquiales de Tomelloso y Ciudad Real.
Los temporeros que accedieron al servicio de intermediación laboral lo hicieron derivados desde el proyecto de acogida. Para acceder al servicio tienen que disponer de permiso de trabajo y situación administrativa regulada.
En 2024, dijo la coordinadora, «atendimos a 60 personas, se registraron 11 ofertas de trabajo y 11 personas consiguieron trabajo en el campo a través de nuestra intermediación». Estos datos, explicó, «nos dicen que existen muchas personas migrantes que se encuentran en situación administrativa irregular, sin permiso de trabajo y que no pueden acceder a un empleo. Esta situación las obliga muchas veces a aceptar trabajos a cualquier precio».
Otro problema del que advirtió Carmen Ruiz es la existencia «de intermediadores o comisionarios ilegales, con varias bandas organizadas que se encargan de captar personas para trabajar en el campo, se llevan a trabajar personas sin documentación regularizada y abusan de la situación de vulnerabilidad». Estas personas aceptan condiciones y sueldos por debajo de lo establecido y, «la mayoría de las veces son su propios compatriotas los que se aprovechan de esta situaciones quedándose con parte del sueldo como favor por haberles conseguido trabajo».
Carmen Ruiz ofreció el Servicio de Intermediación Laboral de Cáritas a empresas, temporeros y empleadores. Con este servicio se ofrece una intermediación laboral fácil, segura y gratuita, proponiendo trabajadores cualificados para el desempeño de las tareas agrícolas.
Hasta la vendimia, Cáritas irá visibilizando los diferentes recursos que dan cobertura a las necesidades de los temporeros.