Norberto, obispo

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    Se nos invita hoy reiteradamente a descubrir los "signos del os tiempos" para descubrir en ellos los planes de Dios. No es una moda, es una herencia: en la antigüedad y en el Medioevo, los hombres sintieron la voz divina en los sueños y en los fenómenos de la naturaleza, viendo en ellos indicadores para enderezar el rumbo de su vida. 

    San Norberto, al que celebramos el día 6 de junio, recorría un día de 1114 los caminos de Westfalia cuando fue sorprendido por una tormenta, y un rayo caído ante su caballo le hizo rodar por los suelos. Era (pensó él) una invitación de Dios a cambiar de vida. No es que su vida fuera mala, pero no la creía auténticamente cristiana, pues, lleno de juventud y perteneciente a la nobleza, como canónigo de Santen (Renania), se desenvolvía con soltura por los palacios del príncipe elector obispo de Colonia y del mismísimo emperador Enrique V. Estamos en los coletazos de la llamada "lucha de las investiduras", esfuerzo de la Iglesia por liberar a su clero de las ataduras de los nobles y príncipes, para hacerlo más espiritual. 

    Sin dilaciones, Norberto se retira a la abadía de Siegburg para prepararse debidamente a su ordenación sacerdotal, que recibirá al año siguiente (pues era sólo subdiácono). Luego invita a sus colegas canónigos a reformar su vida, sin obtener resultado positivo. Por su cuenta recorre los lugares como predicador popular dando ejemplo de pobreza. Este género de vida le vale la acusación de sus enemigos, pero él busca y obtiene la aprobación del Papa Gelasio II, y gana adeptos seguidores como Hugo de Fosses, capellán, del obispo de Laón, con los que organiza un cenobio en un valle cercano a esta ciudad, junto a una capilla en ruinas, que él había visto en sueños rodeada de monjes vestidos de blanco con cruces y cirios, y cantando a Dios. 

    Les dio la regla de S. Agustín. Y llevaban vida comunitaria de recogimiento, unida al ministerio de la predicación. Del lugar del convento, Premonstré (que la tradición hizo significar el lugar pre-mostrado en aquel sueño del santo), se llamaron canónigos premonstratenses. 

    Norberto destacó por su defensa de la fe contra las herejías. Y ello le valió ser considerado apóstol del SS. Sacramento, al refutar a quien negaba la presencia de Cristo en la Eucaristía. 

    Terminó su vida el 6 de junio de 1134, cuando era obispo de Magdeburgo, desde donde se esforzó en evangelizar a sus vecinos orientales todavía paganos: wandos y estones. 

    Su prestigio fue tal que inclinó al emperador Lotario II a reconocer como Papa a Inocencio II contra el antipapa Anacleto. Listado completo de Santos