Vicente Hondarza, misionero de los pobres

Biografía de Vicente Hondarza Gómez (por su hermano Emiliano Hondarza, sacerdote diocesano).
 
Año 1935, en Fernancaballero, provincia de Ciudad Real de España, nace Vicente Hondarza Gómez, el día 15 de octubre. Su padre, un humilde campesino, que por entonces trabajaba como cartero rural en Correos. Su madre, una sencilla y modesta campesina. Tres horas después de su nacimiento muere su mamá. Queda huérfano de madre, junto con tres hermanos de 5, 6 y 7 años respectivamente.

Como los recursos económicos familiares no alcanzan, la Diputación Provincial se hace cargo de Vicente en lo referente a la alimentación y lactancia. Para ellos se vale de una vecina de casa, que estaba lactando a una niña nacida tres meses antes que Vicente. Esa vecina recibe al recién nacido Vicente como a un hijo en lo referente a su lactancia, pero siempre la Diputación Provincial le pasa una ayuda económica por ese servicio prestado a Vicente. Esa vecina, María Juana, siempre ha querido con un cariño especial a Vicente hasta su muerte.

La abuela materna, “madre Fidela”, como le decíamos todos los nietos, se encarga del cuidado de Vicente y lo lleva a su casa. En casa de la abuelita pasa Vicente su infancia, su adolescencia y el principio de su juventud.

En Fernancaballero, su pueblo natal, Vicente realiza sus estudios de enseñanza primaria. Al terminar sus estudios de primaria, Vicente aprende el oficio de carpintero-ebanista, allí mismo en su pueblo.

A los 19 años de edad decide ingresar al Seminario para cursar los estudios sacerdotales. Y así, en el año escolar 1954-1955 estudia el primer año de secundaria y humanidades clásicas en el seminario diocesano de Ciudad Real.

Y en ese mismo año escolar su hermano Emiliano cursa el último año de los estudios sacerdotales, en el mismo seminario diocesano, siendo ordenado sacerdote en el mes de julio de 1955.

Vicente, terminados los estudios de humanidades clásicas, estudia tres años de filosofía, en dicho seminario diocesano de Ciudad Real, en los años escolares de 1959 al 1962.

Al final de los estudios de filosofía decide dedicar su vida como sacerdote misionero. Cree que Dios le llama para ser misionero.
Y así, en octubre del año1 962 ingresa en el seminario español de Misiones Extranjeras (I.E.M.E.) para cursar los estudios de teología. Terminados estos en el año 1966, recibe el sagrado orden del diaconado y hace el juramento de dedicar su vida a las misiones.

En 1966-1967 hace un curso de pastoral misionera y al finalizar, en el mes de julio, se ordena como sacerdote, siempre dentro del Instituto Español de Misiones Extranjeras (I.E.M.E.).

A finales del año 1967, recién ordenado, sale como misionero a Colombia, y allí permanece hasta el mes de febrero de 1973. Dedica su vida a los campesinos de la selva, siempre en equipo con otros sacerdotes del I.E.M.E. Funda allá en Colombia, en uno de los poblados campesinos, un colegio cooperativo agrario, que lleva su propio nombre: «Colegio Cooperativo Vicente Hondarza Gómez».
Su vida está llena de sencillez y es más o menos anónima para la mayoría de la gente. Por su generosidad, por su desprendimiento, por su preocupación por los más pobres y también por su carácter risueño y por sus numerosos y alegres chistes pronto se ganó la simpatía de muchos… En cualquier reunión, local diocesana o nacional, siempre era Vicente quien nos hacía reír con sus chistes y buen humor, a la vez que nos hacía profundizar con su agudeza e interrogantes, especialmente al analizar la realidad actual.
Como hijo de campesinos y de campesinos muy pobres, espontáneamente nació en él su inclinación y preocupación por los campesinos y por los pobres, y esto de una menra prioritaria. En la parroquia de Chancay tuvo un amplio campo de acción, ya que la parroquia abarca, además de la ciudad, parte del valle y de la sierra el río Chancay y varios Pueblos Jóvenes, en los que la mayoría son pobres y marginados.

Desde el año 1975 ingresó como profesor de religión, y desde entonces hasta el día primero de junio del año1 983, que tuvo que pedir licencia por dedicarse de una manera exclusiva a la atención pastoral de las comunidades campesinas de la sierra, ha sido profesor de todos los colegios estatales de secundaria de Chancay y de los cinco colegios estatales del área rural del distrito de Chancay. Como profesor se identificó desde el principio con los numerosos y crudos problemas del magisterio y del profesorado.
Lógicamente, el día de su entierro, en la Misa de cuerpo presente, allí estaba la totalidad de profesores y alumnado, así como el pueblo entero de Chancay y de una manera, si cabe decirlo más sentida, los moradores de los Pueblos Jóvenes y los campesinos del Valle y de la Sierra.

Su vida sacerdotal y pastoral estuvo siempre enmarcada en estas constantes:
 
Fidelidad a las normas y directrices de la Iglesia latinoamericana dadas en Medellín y Puebla. Y fidelidad al pueblo al que se entregó hasta dar su vida por él.  Fiel a estas constantes, Vicente –como párroco de Chancay- siempre tuvo la preocupación, conservando y perfeccionando lo que había en su parroquia (culto, hermandades o asociaciones, movimientos pastorales, etc.), de ir creando comunidades cristianas de base y organismos parroquiales para atender a los más pobres en muchas necesidades humanas, de asistencia y de asesoría en la defensa de sus derechos más elementales, que nadie toma en cuenta. Y así nació su última obra parroquial juntamente con el P. Eugenio Bourdón: el Comité Parroquial de Solidaridad y Derechos Humanos de San Martí de Porres, que cuenta ya casi con tres años de existencia.

Finalmente, desde abril de 1983, es decir dos meses antes de su muerte, de acuerdo con el Sr. Obispo de la diócesis, Monseñor Lorenzo León Alvarado, y de acuerdo con los sacerdotes de la parroquia, religiosas y demás agentes pastorales, Vicente había sido designado para crear en Acos un Complejo Pastoral Parroquial, para, desde allí, en equipo con las religiosas de Pacaraos y con la parroquia de Chancay, de la que seguía siendo párroco, atender mejor y más periódicamente a las comunidades campesinas de la sierra en los servicios religiosos; todo ello sin dejar de apoyar a los profesores de religión de esa zona de la sierra, ya que Vicente había sido nombrado por el Sr. Obispo como supervisor de educación religiosa en toda esa zona.

Este proyecto, con su muerte violenta, quedó un poco paralizado y de momento no realizado. Pero conviene también recordar que, desde el principio, fueron muchas las personas que sospecharon que este proyecto pudo influir en su asesinato. Pero, pasado un tiempo prudencial, se retomó la realización del mismo y, sin descartar grandes sacrificios y superando muchas dificultades, hoy es una realidad.

El Centro Pastoral P. Neptalí Liceta de Acos fue inaugurado y bendecido por el Sr. Obispo de Huacho, Monseñor Lorenzo León Alvarado, el 15 de mayo del año 1991. Desde entonces, hasta hoy año 2003, este Centro Pastoral está prestando un montón de servicios a los campesinos de las comunidades campesinas de la Sierra alta de la provincia de Huaral. Servicios religiosos, servicios de formación humana y cristiana desde su compromiso de la fe, servicios de formación de catequistas y celebradores de la Palabra, servicios de salud capacitando a promotores de salud, servicios de educación con retiros y capacitación en el área de la fe católica a los profesores de la zona e incluso a la diócesis, servicios de capacitación a los campesinos en las áreas agrícola-frutícola, ganadera y apícola.

Desde su creación hasta hoy este Centro Pastoral y todas las actividades que en él y desde él se da, están a cargo de dos religiosas de la congregación “Hijas de Jesús” y de su sacerdote, algunos años han sido dos, del Instituto Español de Misiones Extranjeras (I.E.M.E.).
 

Emiliano Hondarza
Hermano de Vicente
Sacerdote del I.E.M.E.
 
 
«Como otra veces, el día 13 de junio de 1983 subió camino de Lampián para celebrar una festividad y tener reuniones con los campesinos. Esa fue su última subida.

Vicente fue torturado y asesinado entrada la noche, a las afueras del pueblo, sin derecho a defenderse y unas horas después de haber celebrado la Cena del Señor, en una fiesta patronal: San Antonio de Padua, en Lampián.

Después de la celebración de la Eucaristía, se retiró a orar y descansar lejos del bullicio y ruidos de la fiesta, en una humilde habitación, sin ninguna seguridad, con un catre y poco más, al estilo de las viviendas de la serranía, sin la menor sospecha que allí le estaban esperando sus torturadores y asesinos.

Al anochecer del día 14 sería trasladado a la morgue de Chancay, donde se presume fue "rematado" ocasionándole una abertura en la cabeza de unos 15 centímetros aproximadamente.
Vicente no solo ofreció, como sacerdote, el Cuerpo y la Sangre del Señor, sino horas después ofrecía por su pueblo, su propio cuerpo y su propia sangre».

Datos concretos de su martirio tomados de http://muertedeelpadrevicentehondarzagomez.blogspot.com.es/2011/06/muerte-del-martir-vicente-hondarza.htm