Campaña de Navidad de Cáritas

Llamados a ser comunidad es el lema escogido por Cáritas para la campaña de Navidad, que han presentado esta mañana el obispo, monseñor Gerardo Melgar; el director de Cáritas Diocesana, Fermín Gassol y el secretario general, Ángel Ruiz Moyano. 

El mensaje central de la campaña, a juicio del secretario general, no son los números de atenciones de Cáritas, sino la llamada a cambiar «actitudes para mejorar nuestras relaciones con los demás y con nuestro entorno», de manera que seamos conscientes de que cambiando nuestro entorno más próximo, podremos mejorar el mundo. Ruiz Moyano ha subrayado una frase con la que trabajan: «Vive y trabaja en lo local siendo consciente de que lo global va a cambiar». 

Por su parte, el obispo ha señalado que «la Navidad es donde se remueven nuestras conciencias de cara a ser más solidarios y a construir la casa del mundo. A que sea una casa más de acuerdo con los planes de Dios». Este movimiento en nuestro interior se debe a «la presencia del amor que se hace realidad en medio de nosotros». De este modo, la Navidad nos invita a colaborar en la construcción de la «casa común». 

Además, monseñor Melgar ha comparado la campaña actual de Cáritas con las acciones de los profetas, que de la misma manera «denuncian una situación, anuncian un acontecimiento y llaman a la conversión». Este trabajo no solo se refiere a las acciones singulares de cada individuo, sino que es una llamada a la conciencia comunitaria, «esta casa común necesita el arreglo de todos». Para finalizar, monseñor Melgar se ha dirigido especialmente a los cristianos, animándoles a «arreglar bien la casa» para el nacimiento de Jesús: «Depende de cada uno de nosotros el que esta casa común esté bien arreglada para que Cristo nazca y, sobre todo, en el corazón de los pobres y los más necesitados. Tenemos que hablar de fe y de una vida digna». 

Fermín Gassol se ha referido al lema de este año: Llamados a ser comunidad, «justo en este tiempo donde es tan necesario rescatar la necesidad de sabernos y sentirnos hermanos. Amar y vivir la justicia se hace posible desde la comunidad, desde un hacer red con otros; estamos llamados para aprender a vivir en común, a convivir en paz, a hacer patente la fraternidad entre todos los seres humanos que vivimos en esta casa común, la madre tierra que nos acoge a todos. Hijos, ante todo, de un mismo Padre». 

Son cuatro los objetivos de la campaña, según ha explicado el director. En primer lugar, la sensibilización sobre la importancia de aprender a vivir en común en la realidad global de nuestro mundo. En este punto, ha subrayado el problema y sufrimiento de los refugiados, que han aumentado en este año 2016. Desde el año 2000, más de 400.000 personas han muerto en su intento de llegar a Europa. 

En segundo lugar, Cáritas invita a toda la sociedad a tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos para el cuidado de la creación, puesto que «nuestra generación no tiene derecho a destruir la herencia de la Humanidad». 

Como tercer objetivo, la campaña denuncia «las situaciones de injusticia y falta de cumplimiento de los derechos humanos a través de nuestras acciones y gestos, desde la esperanza de que es posible construir una sociedad diferente».

Y en último lugar, «Llamados a ser comunidad» se marca como objetivo justamente el hecho al que se refiere el lema: «animar y trabajar en el fortalecimiento de nuestras comunidades como base de la transformación de la sociedad». 

Cinco propuestas para hacer habitable nuestra «casa común»

Primera
 
Nuestro planeta Tierra es la Casa Común para más de 7.400 millones de personas. Pero esta casa está muy deteriorada. Sus cimientos están afectados por una profunda crisis de valores. El individualismo, la codicia, el consumismo, la indiferencia, la competitividad… la están destruyendo. Proponemos a todos el unirse a quienes ya están poniendo en práctica los valores humanos y actitudes que «sanearán» los cimientos de nuestra casa común. Se trata de sumarse a otros para, juntos, en comunidad, poder sanar y transformar.
 
Segunda 

El deterioro de los cimientos provoca graves daños estructurales en nuestra casa común. El principal de ellos es el surgimiento de un sistema económico que mata, empobrece, excluye a quienes viven ahí. Proponemos construir juntos una Economía Solidaria que pone a las personas en el centro, que crea oportunidades laborales para todos y que cuida del medio ambiente. Lo lograremos apoyando a las empresas sociales, fomentando una banca ética y favoreciendo el comercio justo.
 
Tercera
 
También hay graves defectos de accesibilidad, no todas las personas pueden acceder a las estancias de la casa común, a los bienes y servicios indispensables para vivir: alimentos, agua potable, sanidad, educación, vivienda digna, seguridad, refugio, etc. Quienes buscan un futuro mejor o huyen de la guerra o persecución tienen difícil pasar las fronteras de los países desarrollados. Proponemos que frente a la situación actual de los migrantes y refugiados, queremos más hospitalidad, más dignidad para lograr migrantes y refugiados con derechos.
 
Cuarta
 
En la casa común los derechos humanos son el tejado protector que permite vivir con dignidad, pero en muchas ocasiones los Derechos Humanos son sólo fachada, apariencia, elemento “decorativo” que deja desprotegido a un sin fin de personas. Proponemos defender los derechos humanos y conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así podremos exigir a nuestros gobernantes que los introduzcan en su compromiso político. Esto nos implicará compromisos, gestos concretos en nuestro día a día.
 
Quinta
 
Por último, el estilo de vida, el modelo de producción y de consumo provoca tal cantidad de residuos contaminantes, y tal deterioro medioambiental que amenaza seriamente la vida en nuestro planeta. Proponemos cuidar decididamente de nuestra Naturaleza. En Cáritas, trabajamos para incidir en el gobierno, y sensibilizar a la comunidad cristiana y a los ciudadanos para la adopción de hábitos y estilos de vida responsables y sostenibles.