Cáritas presentó la Campaña Sin Hogar 2019

Cáritas Diocesana de Ciudad Real presentó ayer la campaña Sin Hogar que celebra esta semana en el centro Jericó, uno de los lugares que destina a la atención de estas personas.

Este año, el lema es Ponle cara. ¿y tú que dices? di basta. Nadie sin hogar; con el que la institución interpela a toda la sociedad ante los datos de pobreza, desigualdad y exclusión que no permiten rebajar la intensidad del trabajo con los más desfavorecidos.

El director de Cáritas Diocesana, Fermín Gassol, intervino en la presentación explicando que en el último informe de la Fundación FOESSA, en Castilla La Mancha existen 328.000 personas en exclusión social, lo que supone un 16,2% de la población y además, 97.000 personas viven con la incertidumbre de quedarse sin vivienda. Cáritas explica que «seguimos inmersos en una sociedad y en un sistema que deja fuera a las personas más vulnerables». Este informe regional recoge el hecho de que más del 50% de la población  expresa que «ahora ayudaría menos que hace diez años a los que peor lo pasan».

«Seguimos inmersos en una sociedad y en un sistema que deja fuera a las personas más vulnerables»

Este año se marcan tres objetivos con la Campaña Sin Hogar [aquí puedes leer el manifiesto]:
  1. Sensibilizar y sensibilizarnos, a la sociedad entera, Administraciones, jóvenes, adultos, profesionales, etc., sobre la realidad de las personas en situación de sin hogar. Una mirada de dignidad y derechos humanos que nos debe mover y conmover. 
  2. Denunciar y cuestionar con fuerza el modelo socioeconómico actual, generador de descarte y expulsiones, y que tiene su mayor impacto en aquellas personas en situación de mayor vulnerabilidad y exclusión, las personas sin hogar. 
  3. Proporcionar herramientas para la animación-sensibilización, denuncia e incidencia, en colegios, grupos, parroquias, comunidades, asociaciones, redes, etc., para que así puedan profundizar en la realidad de las personas en situación de sin hogar. La Campaña puede servir de germen y semilla de las posibles acciones para influir en la sociedad y para realizar incidencia política ante las diferentes administraciones. 
Prevención

Carecer de hogar no es el primer paso para sufrir exclusión social, sino que habitualmente es el final de varias circunstancias. Existen situaciones de riesgo que fácilmente pueden conducir a una persona a quedarse sin hogar, de tal manera que se puede y se debe trabajar preventivamente sobre estos factores antes de llegar a carecer de un alojamiento.

La prevención del sinhogarismo consiste esencialmente en anticiparse a la pérdida del hogar y a las situaciones de calle. Para ello son necesario programas e intervenciones que refuercen los recursos con que cuentan las personas (económicos, sociales, relacionales, institucionales, psicológicos y motivacionales), evitando situaciones de riesgo y de mayor vulnerabilidad.

En este sentido, se hace necesario insistir en la necesidad de trabajar y acompañar situaciones como la prevención de desahucios, una intervención temprana en situaciones de ruptura familiar, asegurar un alojamiento tras la salida de una institución o la expulsión de la vivienda, etc. Para ello, es fundamental la prevención a través de políticas públicas de bienestar, protección social, vivienda, educación, empleo, etc., que garanticen el acceso y ejercicio de derechos fundamentales.

El objetivo último es que toda persona viva con dignidad, en un hogar propio, permanente y en paz.

Llegado el caso, una vez que los mecanismos de protección han fallado y la persona o familia se encuentran en situación de sin hogar, es necesario activar los recursos necesarios que eviten que dicha situación se consolide, reduciendo su duración y sus formas más severas. Se intentarían evitar situaciones de cronicidad y favorecer cuanto antes procesos de recuperación e inclusión.

El objetivo último es que toda persona viva con dignidad, en un hogar propio, permanente y en paz.

En el año 2018 el Programa de Atención a Personas sin Hogar tuvo un coste de 1.426.298,72 € y por ello, Cáritas Diocesana de Ciudad Real hace llegar su agradecimiento a las administraciones públicas e instituciones privadas que financian este programa y especialmente a los donantes anónimos y a la comunidad cristiana en general, que con sus aportaciones a través del «Signo Permanente de Solidaridad» han hecho posible que Cáritas pueda seguir trabajando con las personas sin hogar.

Además, desde Cáritas subrayan la importancia de los recursos humanos, el trabajo no cuantificable de los 123 voluntarios que desarrollan su trabajo en este programa, así como la dedicación generosa, apoyo y buen hacer de los 35 liberados.

Datos sobre las personas sin hogar atendidas por el programa de Cáritas

Carmen Nieto, coordinadora del programa de Cáritas, explicó los datos de las personas acompañadas por los diversos recursos. En el año 2018, se han atendido a 1.587 personas, (en los 6 primeros meses de este año 2019 ya llevan 909). «Este dato nos indica cómo muchas personas ven lesionados sus derechos y su dignidad. Cuando se vive en la calle ya lo has perdido todo, te encuentras sin referencias, sin un lugar de pertenencia, sin nada», advirtió.

A continuación, presentó algunos rasgos de los atendidos, desde enero de 2018 a diciembre del mismo año.

De las 1.587 personas, 976 fueron atendidas en los centros y 611 en los puntos de información.

Los puntos de información ofrecen servicio de orientación a la persona, además de cubrir sus necesidades básicas y ofrecer la posibilidad de iniciar procesos de recuperación personal. Están situados en diversas Cáritas de la diócesis: Valdepeñas, Campo de Criptana, Manzanares, Socuéllamos, Villarrubia de los Ojos y Tomelloso.
 
Además de los puntos de información, Cáritas tiene 4 centros de atención a personas sin hogar y un piso de autonomía en la provincia, donde se realizan procesos de recuperación personal. Estos son los números por centros: en Jericó de Ciudad Real 362 personas; en Samaría, de Alcázar de San Juan 343, 217 en Virgen de Gracia de  Puertollano. En el centro de inserción, Casa de Abraham de Daimiel, han continuado su proceso de recuperación 48 personas. Y por último, en el piso de autonomía de Ciudad Real se ha trabajado con 6 personas.
 
La mayoría de los atendidos son hombres, un 93% frente a las mujeres con un 7%.
 
En cuanto a la procedencia, el 75% son españoles y el 25% inmigrantes (aumentan en 4 puntos los españoles atendidos este año) Y la procedencia de los españoles es, mayoritariamente, de Castilla La Mancha (25%), seguidos de Andalucía (21%) y de Madrid (7%). Los inmigrantes proceden de Europa Comunitaria (66%) y África (14%). Este año las personas castellano manchegas ocupan el primer lugar en el número de atenciones, en años anteriores ocupaban el segundo lugar.
 
Si nos fijamos en la edad, nos encontramos que el mayor porcentaje de las personas acompañadas se sitúa en la franja de 26 a 55 años, 57%. Este dato nos revela que son jóvenes las personas que viven en la calle y que éstas están en edad de trabajar y con posibilidades de cambiar su situación si tienen la oportunidad.
 
La mayoría tiene estudios primarios (60%), aunque también existen personas que llegan a los centros con estudios superiores (20%)
 
En cuanto al estado civil, un 79% son solteros o separados, con apenas vínculo familiar. Esta situación incrementa el sentimiento de soledad, aislamiento y desarraigo.

Las personas que acceden a los recursos lo hacen por iniciativa propia o bien porque vienen derivados de otros servicios de Cáritas (98%), siendo sólo el 2% las personas que acuden derivadas de los Servicios Sociales, sanitarios, policía local, etc.

Por otro lado, con 198 personas se trabajó en profundidad, realizando procesos de recuperación que permiten que la persona tenga acceso a los recursos de la comunidad. 39 personas han terminado su proceso de recuperación y se han insertado en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho. Son muchas las historias y las vidas que han pasado por nuestros recursos durante este año, y mucho el esfuerzo personal que han invertido para intentar cambiar su situación. Además con 26 personas se realizó trabajo de calle, para llegar a las personas que no van a los centros pero que necesitan apoyos para cambiar su situación.
 
Otro dato significativo es que las personas que acceden a los recursos lo hacen por iniciativa propia o bien porque vienen derivados de otros servicios de Cáritas (98%), siendo sólo el 2% las personas que acuden derivadas de los Servicios Sociales, sanitarios, policía local, etc. Esto muestra que las personas sin hogar están alejadas de la red pública de servicios, y que el acceso a estos recursos se consigue cuando ya han llegado a los centros de Cáritas.
 
La coordinadora del programa invitó a «reflexionar sobre esta realidad y analizar cómo los servicios se tienen que flexibilizar para dar respuesta a todos los ciudadanos, y en especial a los que peor lo pasan y, por tanto, a los que más lo necesitan. También hay que tener en cuenta, que en la “Encuesta de Centros y Servicios de Atención a las Personas sin Hogar” en el año 2018, realizada por el INE, se dice que la media diaria en centros de atención a personas sin hogar ha sido un 9,5% más que el año anterior. Además destaca que Castilla La Mancha es la segunda comunidad autónoma que menos gasto anual destina a estos centros de atención».